Al Norte del Edén

Gracias

Publicado por en Fotografía

© Montse Lorenzo

Lilium

Hace demasiado tiempo que no me dejo ver, más del que hubiera imaginado cuando comencé a escribir este blog. Y como es mi deseo retomar las publicaciones, con mayor o menor frecuencia, no quería regresar sin antes agradecer a muchas de las personas que han hecho posible que, a día de hoy, vuelva a tener el deseo de compartir de nuevo lo que me ilusiona y me hace feliz.

Gracias, Mario, por haber sido el primero en enseñarme a jugar con las estrellas, por aportar ese punto de luz donde todavía la oscuridad impedía que pudiese ver con más claridad parte de lo que ya conocía y me fascinaba del cielo nocturno. A los compañeros de ese curso por las risas y los buenos momentos de aquella jornada de septiembre de 2016.

Gracias, Beni (Jose B. Ruiz) por tus clases magistrales, tus consejos, tu paciencia infinita y tu afán de ayudar a todo aquel que  se acerca a ti. Por tus correos, por tus comentarios, por tu amabilidad. Por esos mensajes de ánimo en tiempos de crisis y por enseñarnos tanto, tanto, desintersadamente. Eres una persona extraordinaria.

Gracias, Antoni (Antoni Cladera) porque fuiste una sorpresa inesperada. Pues lo que iba a ser aprendizaje «técnico» de «Phil Collins«, perdón, Photopills, terminó siendo un día fantástico en el que nos inyectaste un extra de motivación. Por tus consejos, tu paciencia y tu generosidad. Por tus siempre amables palabras. Ojalá algún día pueda ser capaz de hacer bien, algo de lo que aprendí contigo. Sería todo un orgullo. (Pd. Echamos en falta la camiseta con los piesinos..)

Gracias, Shadi (Shadi Nassri) y Jose por ese taller en el que me llevásteis un paso más allá de lo que conocía. Por abrirme al mundo del «fine art» al que todavía miro desde la distancia. Gracias por aquel fin de semana en el que volví a casa y pude al fin comprender y conseguir reflejar lo que yo quería cuando disparé la foto.

Gracias, a los compañeros y organizadores de talleres por los momentos vividos y por el aprendizaje adquirido. Por compartir tanta inspiración y conocimientos. Es un placer rodearse de tanta buena gente.

Gracias, a todos los fotógrafos anónimos, conocidos o no, por compartir con nosotros, espectadores, inspiración, constancia, esfuerzo, dedicación, lucha y recompensas.

Gracias, a la organización de los Encuentros Fotográficos de Gijón, por acercarnos a tanta historia viva de la fotografía de nuestro país, pero sobre todo por acercarme a mi admirada y querida Cristina García Rodero hace ahora un año. Por lo emocionante del trabajo de Pierre Gonnord, que se quedó para siempre grabado en mi retina y corazón. Por Cespedosa, de Castro Prieto, las raíces de su memoria, cuya visión ya he aprendido a distinguir y tantos otros genios que logran transmitir con imágenes lo que con palabras en ocasiones no se puede.

A mis amigos de Fotocentro Gijón, por todos estos años acompañándome en esta carrera de fondo. Asesorándome y ayudándome para tener el equipo del que hoy disfruto. Gracias Valdés, gracias Jesús. Sois los mejores. Espero seguir muchos años más contando con vuestro buen hacer, en todos los sentidos.

A Javier de la Torre y Jesús Mª García, por aquel taller en Gijón, en el que nos enseñásteis vuestro flujo de trabajo en el postproceso. Y por hacer posible el reencuentro con nuevos y viejos amigos. Habéis llegado muy lejos, no solo con vuestra labor de divulgación sino con vuestro trabajo personal. Gracias y enhorabuena a ambos.

Gracias, a mis amigos, por estar siempre ahí incluso en la peor versión de mi misma, por todo ese apoyo sostenido a lo largo de tanto tiempo, por vuestro o calor, incluso en la distancia. Nunca tendré suficientes vidas para devolveros tanto, tanto.

A Carlos Núñez (y quienes le acompañan), por poner la banda sonora a muchos momentos, por cada concierto en el que lo dais todo y por hacernos vibrar siempre. Volverte a ver en León, fue un verdadero placer. Gracias por tu amabilidad, por el desayuno a la mañana siguiente y por esa charla tan amena que compartimos. Espero volver a verte pronto, pero esta vez en mi tierra.

A Ludovico Einaudi, por tantas horas de compañía; sus manos prodigiosas acarician las teclas del piano de una manera asombrosa. Derrocha emoción a raudales y eriza la piel sin ni siquiera tocarla. Hace magia.

A AJ, por mantener vivo el blog, hospedarlo y cuidar el dominio en mi ausencia. Te debo mucho. Gracias, maño.

A Davicín, mi antaño compañero de fotos. Te extraño, amiguín, aunque se que muy pronto volveremos a «pelearnos» por el encuadre y, si todo sale bien, por ese posible proyecto común. Eres una de las personas más nobles y generosas que he conocido en mi vida. (Por favor, vuelve a salir a la luz y a dejarnos disfrutar de tu trabajo; ese al que tanto cariño le pones y que echo de menos tantas veces. Piénsatelo.)

A Fernando, (¡¡mi jefe!!) porque en parte por él he llegado a donde me encuentro ahora. Por nuestra afición común, por todo lo que has hecho y haces por mi. Gracias de corazón. (Pd. Estoy feliz con el trípode que me regalásteis por mi cumpleaños).

A Nachi, un amiguín al que el destino cruzó en mi vida y al que siento la necesidad de agradecerle muchas cosas, pues su empatía, generosidad y apoyo fueron cruciales hace no demasiado tiempo. Espero verte (veros) por aquí pronto, tenemos muchas cosas pendientes aún.

Pero no quisiera terminar esta entrada sin dar las gracias a Juan, la persona más importante. La que consigue que día tras día siga manteniendo esa ilusión, -que compartimos-, y con quien disfruto de todo lo que hago. A quien adoro ver evolucionar y «machacarme». Gracias, amor, por absolutamente todo. Por acompañarme dondequiera que te proponga, sueñe o imagine, por cada lugar que descubrimos, por cada momento compartido, por los viajes pasados y futuros, y por estar a mi lado siempre. Tenerte en mi vida ha sido el mejor regalo que podía imaginar.

A todos los que sois y estáis. Gratitud infinita.

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La mitad invisible ~ Cristina García Rodero

Publicado por en Fotografía

Cristina García Rodero es la dama de la fotografía de nuestro país. Premio nacional de Fotografía en 1996, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2005 y, entre otros muchos reconocimientos, primera española en formar parte de la prestigiosa Agencia Magnum.

La vida de Cristina ha estado, desde muy joven, vinculada al mundo del arte. En 1972 finalizó sus estudios de Pintura, licenciándose en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Y es durante esa etapa cuando toma su primer contacto con el mundo de la fotografía, que le llevará en 1973 a materializar su primer proyecto fotográfico sobre las fiestas, tradiciones y ritos en España: «La España oculta«. A partir de aquí ha compaginado su labor como docente en la Universidad, con un sinfín de proyectos fotográficos que avalan su dilatada carrera. No quiero extenderme detallando pormenorizadamente su currículum, pues podría dar para varias entradas.

El motivo de este artículo no es otro que recordar el programa que La 2 de TVE le dedicó hace un año a una de sus fotografías más icónicas «El alma dormida» (que forma parte de su trabajo «España oculta») poniendo especial interés en todo lo que rodeó a ese «momento decisivo». Desde su captura pasando por su su revelado, hasta su interpretación. Esa «mitad invisible que completa el valor de una imagen».

Recuerde el alma dormida,

avive el seso y despierte

contemplando,

cómo se pasa la vida,

cómo se viene la muerte

tan callando,

cuán presto se va el placer,

cómo, después de acordado,

da dolor;

cómo, a nuestro parecer,

cualquiera tiempo pasado

fue mejor.

[ Jorge Manrique ]

Decía Ansel Adams que «Un negativo es como una partitura musical; ahí está la información, ahí está la obra, pero hay que interpretarla«. Y no es lo mismo la intrepretacion de un gran maestro de la música, que alguien que se está iniciando. Y ese proceso es altamente creativo porque uno puede destrozar una foto maravillosa porque el positivo es malo.

Y ya para terminar, una reflexión sobre la elección del Blanco y Negro para esta fotografía (y que es extensible a la fotografía en general), la ausencia del color, en palabras de la propia Cristina, «Si una pintora hace fotografías en blanco y negro, por algo será, ¿no? Al no haber color, es pura esencia. La imagen tiene que ser tan buena porque hay tan pocos recursos, hay tan pocas cosas que la salven, que tiene que ser muy buena. Pero también porque el blanco y negro tiene tan poco que ver con la realidad que te abstrae, es más evocador».

Un imprescindible que no os debéis perder si no lo habéis visto. Disfrutadlo.

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